Se acerca el turno para los ciudadanos…por Aída María Holguín
El tiempo de los candidatos está por terminar, y con ello, llegará el turno para que los ciudadanos hagan lo suyo; sin embargo, a diferencia de los candidatos -que tuvieron 2 meses para convencer al electorado-, los ciudadanos solo tendrán un día para manifestar -de manera efectiva- la decisión tomada. Lo que como electores se haga –o no se haga- el próximo 7 de junio, repercutirá durante los próximos 3 años.
Al terminar las campañas, atrás quedarán la sobredosis de información, los volantes, los desplegados, las notas informativas, los ofrecimientos de campaña y la guerra sucia. Se apagará por ley la voz de los candidatos porque ahora tocará el turno de que los ciudadanos se manifiesten, quedando en sus manos la posibilidad de tomar -este siete de junio- la decisión firme y valiente de elegir a las personas que -durante los próximos 3 años- tendrán la responsabilidad de codirigir o redirigir el rumbo del país.
Si bien es cierto que esta vez -al igual que en los más recientes procesos electorales- el ánimo de un gran número de mexicanos -por participar en el proceso electoral- es el de la indiferencia, la decepción, el conformismo o la desconfianza; también es cierto que ahora hay más de conciencia de que estas elecciones representan un momento decisivo para México.
Elegir libremente a quienes serán los representantes en la Cámara de Diputados, implica un profundo y necesario razonamiento respecto a lo que éstos harán en pro de los intereses públicos; de ahí la importancia de recordar que gran parte de las decisiones no las toma el Presidente por sí solo; es decir, necesita el respaldo del Congreso de la Unión para que ciertas cosas sucedan -o no-.
Debido a que en esta ocasión se elegirán diputados federales, se requiere que los ciudadanos –a través del voto- elijan a quienes en verdad representen los intereses del pueblo, y no a quienes representan sólo intereses grupales y/o personales.
Al llegar el tiempo de los ciudadanos, llega el tiempo de hacer lo que corresponde para dejar claro que es el pueblo el que tiene el poder; un poder que debe ser distribuido en calidad de préstamo, pero que le sigue perteneciendo a los ciudadanos.
Es necesario pues, fortalecer la unión ciudadana y asumir los derechos y obligaciones que la Constitución establece; pero sobre todo, no olvidar lo que el Artículo 39 constitucional señala: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.”
Seguir instalados la indiferencia y conformismo bajo la excusa del desencanto y la decepción hacia la clase política que ha abusado del poder que solo unos cuantos les han conferido, no es la solución para que las cosas cambien. Hoy más que nunca es necesario que sean los muchos, y no los pocos, los que otorguen el poder, y sólo con la participación ciudadana responsable se ganará el derecho de exigir que los representantes del pueblo hagan cosas se hagan bien, y para beneficio de todos.
Con el fin de las campañas, llegará el momento, la gran oportunidad, la hora de que los mexicanos tomen de una vez por todas las riendas de su destino asumiendo una responsabilidad ciudadana que no puede dejarse para después, porque después será demasiado tarde.
Finalizo en esta ocasión con lo dicho alguna vez por el escritor, historiador, filósofo y abogado francés, François Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire: “A ustedes les corresponde destruir al infame político que convierte al crimen en virtud. La palabra político significaba, en su origen primitivo, ciudadano; y hoy, gracias a nuestra pasividad, ha llegado a significar el que engaña a los ciudadanos. Devuélvanle su antiguo significado.”
Aída María Holguín Baeza
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