Con el nacimiento de las redes sociales, el término “selfie” se volvió parte del léxico mundial. Selfie significa tomar una foto de sí mismo, ya en lo individual o acompañado de un grupo de personas, o incluso animales.
Si bien es cierto que este tipo de fotografías no son ocurrencia de la era del Internet, también es cierto que con la llegada nuevas tecnologías de la información y la comunicación, las selfies se pusieron de moda recientemente. Moda que por cierto están utilizando los gobernantes para tratar de recuperar un poco de simpatía por parte de los gobernados
Los gobernantes se han alejado del pueblo y lo saben; es quizá por eso, que últimamente los políticos en el poder han incluido en sus agendas tiempos específicos para tomarse la selfie con los asistentes a sus eventos; asistentes que -en la mayoría de los casos- forman parte de un público “a modo”; es decir, un público que accederá a tomarse la foto para luego presumirla en redes sociales como parte de una estrategia –mal lograda- de comunicación social.
Entre ese grupo de políticos en el poder que gustan de posar “espontáneamente” para las selfies, se encuentran dos de los gobernantes que se han ganado a pulso el desprecio de sus gobernados; uno de ellos, es el mismísimo presidente Enrique Peña Nieto; el otro, el gobernador de Chihuahua, César Horacio Duarte Jáquez.
En el caso de Enrique Peña Nieto, destaca su última visita a Chihuahua con motivo de la inauguración del libramiento carretero ubicado en la zona oriente de la capital del estado. En esa ocasión, a decir de los organizadores, el presidente tuvo que pernoctar en Chihuahua debido a que -luego de la inauguración- una “espontánea” sesión de selfies lo retrasó por varias horas.
Quizá mucha gente piense que la “espontaneidad” del presidente Peña es una muestra de su humildad y de que es un presidente cercano al pueblo; sin embargo, hay que considerar dos cosas.
La primera, que el público estaba conformado -en su mayoría- por funcionarios (o sea, puros “compas”); la segunda; que una agenda presidencial no permite espontaneidades; es decir, todas y cada una de las actividades del presidente están debidamente registradas en el programa (agenda) de la gira. Agenda de la que pueden existir varias versiones; entre ellas, una de carácter confidencial que sólo conocen el Estado Mayor, el Presidente y sus más cercanos colaboradores.
César Duarte Jáquez, es otro de los gobernantes que ha optado por recurrir a la estrategia de las selfies para tratar de demostrar lo indemostrable; o sea, que es un gobernante humilde y cercano al pueblo. Es así, como a últimas fechas Duarte ha dedicado parte de su “valioso” tiempo a ser “espontáneo” y permitir que el pueblo se tome fotos con él, y además, invitarlos -vía Facebook- a enviar las fotografías al correo electrónico
selfieconelgober@gmail.com. Esto, con la obvia finalidad de presumir que los chihuahuenses “se mueren” por tomarse una foto con él.
Con tantas foto de sí mismos, lo único que ambos gobernantes están haciendo es corroborar lo dicho por expertos en materia de psicología: la “selfitis”, (gusto por tomarse fotos a sí mismo y publicarlas en las redes sociales), es un el trastorno mental progresivo que demuestra la vanidad y narcicismo, propios de las personas que -entre otras cosas- tienen temor al rechazo y que desean autoafirmarse bajo la aprobación de los demás.
Con la estrategia de las selfies, Peña y Duarte están tratando de manipular la opinión pública, cosa que por más que lo intenten, no lograrán por una sencilla razón: los gobiernos no se evalúan por el número de fotos que los mandatarios (sean del nivel que sean) se tomen para luego publicarlas en redes sociales; el gobierno se evalúa por la forma en que gobiernan; y en el caso de ambos, están gobernando para sí mismos y no para el pueblo.
En esta ocasión concluyo con lo dicho alguna vez por el político y vigésimo octavo presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson: “No podemos tenerles simpatía a quienes tratan de arrebatar el poder del gobierno para satisfacer sus propios intereses personales.”
Aída María Holguín Baeza
—
—————————————-
Aída María Holguín Baeza
Últimos comentarios