—Por Pilar Monge—
Delicias.- Hoy a las 2 de la mañana con 52 minutos hartos los vecinos de la Luis Nevarez Acosta de la situación que se viene presentando desde la noche del 9 de mayo a la mañana del 10 de mayo del año en curso la cual no dejaron dormir y no fue por serenatas sino por problemas entre los jóvenes del 707, saliendo lesionado un vecino del 710 después de tanta trifulca de insultos y golpes.
Hoy en la mañana vino una vecina a quejarse de que ya estaba bueno que no la dejaran dormir me dice oiga pilar ya estuvo bueno haga algo, me quede pensativa y le digo a mi esposo sabes una cosa yo también estoy cansada de las parrandas y borracheras de la casa propiedad de un sobrino de la Sra. Teresa Míreles, la cual ella tiene las llaves y la presta para hacer sus escándalos durante la madrugada a puros menores de edad, esta casa por lo regular no la habita nadie, solo la utilizan para parrandas y de bodega de la Sra. Míreles, la cual sigue actuando con prepotencia, y a la cual la escucho una vecina hablar a altas horas de la madrugada, planeando como vengarse del joven que salió lesionado.
Al poco rato reflexione y pensé en voz alta el teléfono y le digo a mi esposo dame el teléfono voy a llamarle al DIRECTOR DE SEGURIDAD PUBLICA MUNICIPAL, busco el teléfono en la agenda y marco y solicito que me lo pasen que deseo hablar con él Teniente Coronel de Infantería Manuel Hernández Pérez el actual director de seguridad publica municipal, al darle la queja, después de presentarme como secretaria del comité ciudadano de Nuevo delicias, ya para terminar, me identifico y dijo es usted la reportera si señor así es:
Pero ya no como secretaria del comité sino como reportera quisiera que me contestara una pregunta.
_ si dígame cual es su pregunta
– ¿Que haría usted si entre la gente que esta haciendo un disturbio tuviera “influencias”?
– Contesta de una forma sencilla yo voy y saco a todos yo tengo el compromiso con Delicias, conmigo no hay compadrazgos ni intocables aquí van todos para arriba parejo. Me recordó a uno de fundadores EMILIANO J. LAING, un hombre que no le perdonaba ni al rico ni al pobre, así era su idiosincrasia, por ser así le costo la vida, porque era recto y tanto valía el rico como valía el pobre.
– Me despedí agradeciéndole que me hubiera tomado la llamada y dándole las gracias por sus atenciones, y dijo usted llámeme a la hora en que este el relajo y yo voy y los saco, le di las gracias y colgué el teléfono.
–
– Reporteando para ustedes PILAR MONGE
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