La residencia de Luis Miguel en Acapulco fue vendida por ocho millones de dólares y fue demolida por sus nuevos propietarios.
En un video de la periodista Ana María Alvarado presentado por Al Rojo Vivo, se puede observar que la propiedad ha quedado en ruinas, y con ello, se van los recuerdos de bacanales en los que participaron las estrellas mexicanas en la década de los noventas.
Ahora será un edificio de departamentos de lujo. Atrás quedaron infinidad de recuerdos sobre las ostentosas fiestas que ofreció el Sol de México y el sin fin de estrellas que desfilaron por las lujosas habitaciones.
La mansión se localizaba en la exclusiva zona Punta Diamante en Acapulco, Guerrero. La mansión era lugar de visita por parte de turistas.
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