La historia del opio
Seguramente cuando eras pequeño habrás visto en la televisión algún dibujo animado donde el personaje caía dormido al caminar en un campo de amapolas. Si bien la situación está algo exagerada, alude a un hecho real: de esas bonitas y grandes flores se extrae el opio, un poderoso narcótico. En esta oportunidad te contaremos la historia de esta famosa droga.
Difusión de su consumo
Las propiedades de la amapola fueron descubiertas por los antiguos griegos, que se valían de sus cualidades hipnóticas para provocar estados de trance durante las ceremonias religiosas. En el arte, el Dios del Sueño y también el de la Muerte eran representados con ramos de adormideras en los brazos. Hipócrates, Aristóteles, Teócrito y otros pensadores o científicos antiguos hicieron alusión a la flor como un narcótico en sus textos.
El cultivo de amapolas nunca se detuvo y para el siglo XIX, las capitales más populosas de todo el mundo tenían sus propios fumaderos de opio. Al principio sólo probaban la droga los más ricos, ya que resultaba costosa; sin embargo, cuando la East Trade Company facilitó su comercialización –y el opio empezó a mezclarse con tabaco- se hizo mucho más accesible.
Tanto nobles como mendigos buscaron evadirse de sus miserias con una pipa. La adicción llegó a tal punto que a principios de la centuria siguiente se producían anualmente más de 40.000 toneladas del narcótico.
Las Guerras del Opio
El interés por la sustancia llegó a causar dos guerras que marcaron las páginas de la historia: la Primera y la Segunda Guerras del Opio. El conflicto comenzó en 1839 entre Gran Bretaña y China. Los comerciantes ingleses comenzaron a contrabandear opio en China para compensar los gastos que les ocasionaba exportar té hasta su país. Entonces, China –que había prohibido la importación de la droga– respondió atacando un barco con el narcótico confiscado a los ingleses.
El contraataque británico no se hizo esperar y Gran Bretaña hizo fuego sobre las costas asiáticas. Como el ejército chino se encontraba en inferioridad de condiciones, se vio forzado a firmar dos tratados que habilitaban algunos puertos para la importación. Unos años más tarde, en 1856, sobrevino una segunda guerra cuando los chinos hicieron la búsqueda de un barco inglés supuestamente ilegal, el Arrow. Esta vez, otros países estaban interesados en el comercio y China accedió a abrir 11 puertos más, pero no solo eso, sino que a partir de entonces permitió la importación de opio.
Con el correr del tiempo, el desarrollo de otras drogas más poderosas hicieron decaer el consumo de opio, pero aún hoy existen personas que aspiran el extracto de adormidera. Por las dudas, que no te asalte la tentación de caminar, divertido, por un campo de coloridas amapolas.
cortesia ojocientifico.com
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