Cuando eramos pequeños aprendimos la lista de planetas del Sistema Solar, ordenados ya sea por cercanía al sol o por tamaño. Marte era el planeta rojo, Saturno el con anillos y, por supuesto,Plutón, el más pequeño de todos.
El 2006, me sorprendí al escuchar la noticia sobre que Plutón había sido expulsado del selecto club de los planetas, pero pocos entendimos la razón ante tan cruel y chocante expulsión por ello hoy quiero contarte por qué Plutón dejó de ser un planeta.
Si vamos a explicar por qué Plutón dejó de serlo, lo primero que debemos entender es qué es un planeta.
Por planeta, se entiende un objeto que órbita una estrella, el Sol en el caso de la Vía Láctea, y que tiene la masa suficiente para mantenerse equilibrado contra su propia fuerza de gravedad.
Esa masa o tamaño enfrentada a la gravedad, le da una forma esférica que representa un equilibrio conocido como hidrostático y que le permite orbitar en el espacio, sin colapsar sobre otro cuerpo.
En el Sistema Solar existen hoy, ocho planetas y cinco planetas enanos, siendo este último grupo al que pertenece Plutón.
En 2006, la Unión Astronómica Internacional se reunió en Praga y acordó la definición actual de planeta, en la cual Plutón queda fuera. Así, pasó a pertenecer al grupo de los planetas enanos.
Se conoce la existencia de 44 planetas enanos, aunque se sabe que pueden ser cientos o miles más, y cinco de ellos se ubican dentro de nuestro Sistema Solar, siendo Plutón el segundo en cuanto a tamaño.
A diferencia de un planeta, los planetas enanos no tienen una orbita limpia y su forma es casi esférica, no esférica.
Los planetas enanos que pueblan el sistema solar son, Ceres, Plutón, Eris, Makemake y Haumea.
Dentro de los planetas enanos existen clasificaciones y Plutón cae dentro de la llamada Plutoide, que agrupa a los planetas enanos que orbitan alrededor del sol, a una distancia mayor que la de Neptuno.
La expulsión de Platón del grupo de planetas no fue unánime, ya que muchos consideran que la definición de planeta es demasiado subjetiva, mientras que otros astrónomos consideran que deberían haber dos clases de planetas: los clásicos y por ende más importantes y los sólo llamados Planetas, sin apellido.
Sea cual sea la definición que se les de, los avances en la astronomía hacen que esta sea una ciencia cada vez más precisa y poco a poco vamos descubriendo nuevos detalles y pistas que ayudan a desentrañar el misterio del espacio exterior.
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