Como salido de un filme fantástico, se nos aparece la imagen de un animal mexicano de muy extrañas propiedades: el axolotl
El Axolotl es una especie de salamandra que luego de dejar de ser larva no experimenta transformación alguna, sino que permanece siendo acuática y conserva por tanto sus agallas.
También se le conoce como ajolote y tiene una alta capacidad de regeneración, lo que se considera su mayor valor científico.
A simple vista un axolotl es como una salamandra en estado larval, pero que tiene una cabeza ancha y posee unos ojos sin párpados.
Sus extremidades están poco desarrolladas, aunque posee unos dígitos largos y delgados. Sus dientes son primitivos y casi no se les puede ver.
Para respirar utiliza sus branquias externas. Los individuos se dan en 4 distintos. Las criaturas normales son de color marrón o negro con manchas blancas, las mutaciones son albinas o de color rosa pálido.
Los axolotles son animales neoténicos, esto es, pasan a ser adultos sin sufrir metamorfosis. Esta la causa la falta de hormonas que estimulen la tiroides.
Al parecer a estos organismos se les puede inducir dicho cambio artificialmente, utilizando una inyección de yodo. Alrededor de una semana después se convierten en salamandras adultas, pero el proceso es riesgoso para la vida del anfibio.
La esperanza de vida de los axolotles es de 10 a 15 años, con este procedimiento la cifra baja a 5 años.
La propiedad más llamativa de los axolotles es su poder de regenerarse tras haber sufrido daños. Los axolotl o cicatrizan, sino que sustituyen todo el tejido dañado o perdido por nuevo.
En algunos casos, la regeneración puede ser de órganos vitales, incluyendo partes de zonas tan delicadas como el cerebro.
Este hecho lo señala como un instrumento muy importante para las científicos, que lo usan como organismo modelo a la hora de profundizar en los procesos regenerativos de los vertebrados.
Este tipo de animal se encuentra en peligro de extinción y debemos hacer todo lo posible por conservarlo.
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