Uno de los problemas más complicados en la ciencia del clima está siendo entendido de a poco. La influencia del calentamiento global en las nubes, y el impacto de las nubes en el clima, es uno de esos misterios que tiene a los científicos del clima pensando hace años.
Hay diferentes respuestas a las nubes, según el tiempo del día, ya que la tierra se calienta o se enfría. Hay diferentes tipos de nubes, basados en su altura y estructura en la atmósfera. Hay efectos a nivel global y en diferentes regiones también. Pero lo es que por culpa de que las nubes sean pequeñas, son una de esas cosas a las que los modelos globales no toman en cuenta.
El científico Evgueni Kassianov dirigió la investigación con un de personas del Laboratorio Nacional del Departamento de Energía del Pacífico Noroeste, quienes tomaron un montón de días de verano ordinarios en Oklahoma y algunas nubes, y luego examinaron la luz del sol con un nivel de detalle sin precedentes.
Las nubes hacen sombras frescas e irregulares sobre la Tierra y, por supuesto, su superficie blanca y brillante refleja un poco de luz solar, el cual es otro efecto enfriante. Pero sus gotitas de agua y aerosoles dispersaban la luz solar entre sus superficies irregulares y nuevamente hacia abajo a través de las sombras de las otras nubes, lo que causa un efecto calentante.
Kassianov dijo:
“Todos sabemos que podemos quemarnos con el sol incluso en días nublados, y esto explica por qué.”
Kassianov le dijo a Discovery News que el estudio (que salió este mes en el diario Geophysical Research Letters) demuestra que la luz solar dispersada desde las nubes cúmulos son aproximadamente un 15-20% del calor del sol llegando al suelo (en un día nublado, claro está).
Mientras que el efecto de red de las nubes en la luz solar que va hacia el suelo generalmente es negativo en los días nublados, Kassionov dijo que el estudio demostró que hay casos con un efecto de nube positivo (o sea, que incrementa la luz solar en vez de disminuirla).
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