En la naturaleza existe una una ley prácticamente inquebrantable: lo que no se usa, se atrofia o desaparece. No obstante, para fijarse en los genes y poder ser trasmitido de generación en generación, es necesario el transcurso de mucho tiempo sin que las condiciones imperantes cambien.
Esta ley ha determinado las características de muchísimos de los organismos de la Tierra, siendo prácticamente imposible encontrar alguno en el que no haya actuado, aunque a veces sea difícil de identificar y sea necesario ir al registro fósil para ello. Hoy te queremos presentar unos animales que, por innecesaria, han perdido su capacidad visual: los peces ciegos.
Existen diferentes especies de peces ciegos, siendo quizás los más conocidos los del género Lucifuga, palabra que viene del latín fugere lucem que significa huir de la luz. Estos peces habitan principalmente en los archipiélagos caribeños de Cuba y Bahamas, aunque existe un ejemplar endémico de las islas Galápagos.
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Existen otros géneros que se pueden encontrar en Centroamérica y otras regiones. Son especies de agua dulce y con reproducción vivípara generalmente, es decir, que paren a sus hijos vivos y listos para desarrollar una vida independiente inmediatamente después de su nacimiento.
El origen de estos peces es marino y habitaban las cuevas cuando estas estaban en contacto con el mar. Sin embargo, cuando las tierras emergieron estas grutas quedaron aisladas del mar, permaneciendo los peces atrapados en su interior. Poco a poco el agua atrapada fue haciéndose más y más dulce, obligando a estos animales a modificar su fisiología para soportar un cambio de ambiente tan drástico, al que sobrevivieron adaptándose completamente al nuevo medio.
Como te habíamos dicho, los peces ciegos son especies cavernícolas, por lo que viven en un medio donde existe una oscuridad prácticamente absoluta. Este medio hace que la visión sea un sentido prácticamente inútil, por lo que durante el transcurso de la evolución, la misma se ha ido perdiendo. Pero en estos peces la pérdida de la visión ha alcanzado niveles extremos, pues muchas de las especies no solo perdieron la capacidad visual, sino también el órgano completo, quedando cubierta la órbita donde irían los ojos por unos abultamientos carnosos recubiertos por piel que les da un aspecto siniestro.
Para suplir el sentido de la vista, los peces ciegos han desarrollado extraordinariamente el sentido del tacto, el cual es sumamente sensible y le permite detectar el más mínimo movimiento en el agua, que puede ser producido por pequeñas larvas acuáticas o insectos que caen en la superficie, de los cuales se alimentan.
Otra característica llamativa de estos peces es su coloración, la cual es sumamente pálida y fantasmal, debido a la pérdida de los pigmentos epidérmicos, también absolutamente innecesarios en este ambiente lúgubre y oscuro en el que viven toda su vida.
Estos ejemplares son sumamente escasos y difíciles de observar, se piensa que la pobreza de alimentos de estos sitios no permite el sostenimiento de grandes poblaciones. Esto los hace sumamente vulnerables al impacto humano, siendo una de sus mayores amenazas la infiltración de contaminantes al manto freático, que muchas veces llegan a las aguas subterráneas y a su vez a estas cuevas, afectando irremediablemente las vulnerables y pequeñas poblaciones de peces ciegos.
¿Conocías la existencia de estos peces ciegos? ¿Conoces los monstruosos peces remo?
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