Tan asombroso como cierto es el caso de las especies de las que queremos hablarte hoy. Tan extrañas y únicas son, que en ellas no solo los machos y las hembras han intercambiado los roles, algo que ya se había visto en otras especies, sino que también han intercambiado sus caracteres anatómicos: hembras con pene, y machos que portan el agujero donde este se introduce durante la cópula que, por cierto, es de las más largas de las que se tiene noticia. ¿Asombroso? Vamos a conocer más detalles al respecto.
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Habitantes de las cuevas brasileñas
Los animales, más específicamente los insectos, fueron detectados por primera vez por un ecólogo brasileño de la Universidad Federal de Lavras, quien luego de describir el entorno de las cuevas donde estos habitaban, envió muestras a un colega en Suiza que se encargó de determinar que se trataba de cuatro especies de un nuevo género de insectos (Neotrogla) y, además, se percató de una singularidad en los órganos sexuales de los mismos: estaban invertidos.
El interés por este fenómeno nunca antes visto hizo que otro equipo de científicos encabezados por Kazunori Yoshizawa se pusiera manos y mentes a la obra e intentara descifrar más secretos de la conducta reproductiva de los mismos, descubriendo cosas asombrosas que publicaron en la revista Current Biology.
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Un pene espinoso que impide el escape
Al estudio detallado de las cuatro especies permitió comprobar que el pene que portan las hembras, llamado gynosome, está perfectamente diseñado para penetrar la delgada apertura genital del macho, que se sitúa en su espalda. Al penetrar, el pene comienza a hincharse y múltiples espinas puntiagudas presentes en su superficie hacen que la hembra se ancle fuertemente al macho desde el interior. Tan fuerte es la unión, que se ha comprobado que la cópula puede durar entre 40 y 70 horas, lo cual es prácticamente un récord. Pasado ese tiempo, esta recibe como premio una cápsula rellena de espermatozoides.
La unión es tan potente que cuando los investigadores intentaron separar dos insectos en pleno apareamiento, por accidente el macho fue partido por la mitad dejando parte de su cuerpo unido al pene de la hembra.
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¿Cómo explican los científicos esta adaptación?
Según los investigadores, la explicación a este fenómeno puede ser muy sencilla. Las especies de Neotrogla viven en cuevas extremadamente secas, donde la comida es sumamente escasa salvo por la presencia del guano de los murciélagos o alguno que otro de estos animales muertos. Las hembras, lógicamente, necesitan suficiente alimento para producir sus huevos y reproducirse, por lo que probablemente encontraron en el esperma de los machos una fuente de nutrición alternativa.
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Como ocurre en otros insectos, es muy probable que en estos las cápsulas de esperma no solo se usen para fecundar, sino también como “regalo nupcial” por parte de los machos para que la hembra los acepte. De hecho, se ha comprobado que hembras jóvenes de Neotrogla, aun no maduras sexualmente, drenan del interior de los machos los paquetes de semen, por lo que obviamente este es empleado más que para la mera reproducción.
El gasto de valiosos recursos para producir sus paquetes de esperma en estas condiciones hace que los machos sean muy exigentes a la hora de entregarlos, y la evolución del órgano intromitente en las hembras puede haber evolucionado para aprovechar y durante la larga cópula, extraer del interior del macho la mayor cantidad de cápsulas de esperma posible.
Increíble, ¿no te parece? ¿Conoces otras especies animales en que los roles de pareja aparenten estar invertidos?
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