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Curiosidades teológicas

teologiaUn título bastante particular, ¿verdad? Cuando pesamos en cualquier religión o en alguna deidad pensamos en algo aburrido, serio y que merece mucho respeto. En realidad jamás hay que burlarse o despreciar a una persona por sus creencias.

Sin embargo, amigos, aquí estamos en OjoCientífico y no nos interesan las cosas aburridas. Al contrario, podemos hacer de las religiones, el estudio de las deidades y la Teología algo divertido. Este título seguro captó tu atención.

Aunque probablemente no lo hayas imaginado, hay dioses que adoran las fiestas y que según describen las distintas religiones, son dioses a los que les gusta festejar siempre. A continuación te presentamos algunos.

Maximón, deidad del imperio Maya

El dios Maximón es lo que en los estudios teológicos se suele llamar una deidad sincretizada. Este término se utiliza para denominar a dioses que se crearon a partir de la unión de dos o más religiones y con distintos elementos de varias creencias.

Maximón es la deidad que nace de la fusión de un dios indígena del desparecido imperio maya y de un santo católico. Se le conoce como “el hombre en la encrucijada” y a menudo se utiliza de manera similar a la de Satanás en la religión católica.

Se considera la deidad del vicio, la que se encarga de aliviar los más oscuros anhelos de sus seguidores. A él se le brindan ofrendas que incluyen tabaco y alcohol. Así los vicios se traspasan a él, quien se encarga de eliminar esos vicios de sus seguidores.

Bast, deidad del antiguo Egipto

 

Bast es una deidad femenina con cabeza de felino y un papel muy importante en el panteón egipcio de los dioses. En algunos casos se describe a esta deidad como protectora de sus seguidores mientras que en otras se la describe como la encargada de asesinar las almas que no pueden cumplir las pruebas necesarias para pasar el umbral de la muerte.

Esta diosa era la anfitriona del llamado ritual de la mañana durante la cual se fumaba opio y hachís, se prendía incienso y se mantenían relaciones sexuales con muchas mujeres, ya que el climax femenino era augurio de buena salud.

Durante esta festividad también se practicaban varias danzas, se bebía mucho vino y se adoraba a la deidad de Bast mediante cánticos en coro.

Ninkasi, deidad de la antigua Sumeria

 

La antigua Sumeria fue una de las civilizaciones más importantes de la historia y aunque no fue la primera civilización de la que se sabe que elaboraba cerveza (hay pinturas de más de 9000 años de antigüedad que muestran cómo hacían cerveza en el imperio de la China ancestral), los sumerios tuvieron una deidad que adoraba las fiestas: Ninkasi, la diosa de la cerveza.

Ellos creían que la diosa Ninkasi fue quien enseñó a los humanos el proceso de fermentación para elaborar la cerveza. Existió hace más de 3800 años atrás un himno dedicado a esta deidad que explicaba en sus versos cómo se hace la cerveza.

Soma, deidad de la India y los poetas

 

Soma es un antiguo dios hindú fuertemente relacionado al consumo drogas y sustancias represoras del sistema nervioso central. Se lo conoce como “el más allá”, la inspiración y la luna, símbolo con el cual se lo representa.

También se le llama Soma a una planta más conocida como efedra vulgaris. Durante cientos de años los guerreros hindúes han utilizado una infusión especial de esta hierba antes de pelear que los mantenía en un estado de euforia y éxtasis muy singular que les quitaba todo sentimiento de inseguridad o ansiedad.

Cuando se utilizaba esta bebida se convocaba a Soma, la inspiración. También era utilizada por poetas y artistas. Así, Soma representaba una conexión entre el mundo de los mortales y el mundo divino.

Dionisio, deidad de la antigua Grecia

 

Las populares fiestas griegas y celebraciones llenas de libertinaje de las que tanto hemos escuchado siempre estaban encabezadas por una deidad a la que si le gustaban las fiestas: Dionisio.

Dionisio era el hijo de Zeus y el dios de la vid. Se decía que se había pasado una gran parte de sus dias caminando por el medio oriente y varias zonas del Mediterráneo luchando con los mortales más fuertes, enseñando a cultivar la vid y enseñando como adorar a los dioses.

 

Sin embargo también se dice que no hacía este viaje solo, sino con todo un comité de hermosas mujeres, sátiros mitad hombre y mitad cabra y su buen amigo Pan (dios de los rebaños). Con ellos, llevaba la fiesta a todas partes y celebraban todo el tiempo.

Estas celebraciones incluían orgías, sexo, vino y abundante comida. Se decía que Dionisio era capaz de llevar al hombre a un estado de éxtasis casi divino, razón por la cual su culto siempre lo adoró y continuó realizando festividades en su honor durante mucho tiempo.

Shiva, deidad de la India

 

Shiva es posiblemente una de las deidades más aterradoras. Tiene la piel azul, varios brazos, una lengua enorme y puntiaguda y suele aparecer rodeada por fuego o bailando sobre cadáveres. ¿Qué es más festivo que bailar hasta sobre cadáveres?

En varios panteones de la India se describe a Shiva como la deidad encargada de destruir y de llevar las almas hacia la próxima vida. Por otra parte se suele asociar a Shiva al cannabis y otras hierbas similares, por lo que se hacen varias fiestas en honor a ella en la que se fuma marihuana, opio, hachís y amapolas, por ejemplo en Nepal.

Aunque se trate de un tabú para la gran mayoría del mundo y en muchas culturas se consideren estas hierbas como una droga, en Nepal y sobre todo en la ciudad de Katmandú se consideran como alimentos sagrados de Shiva y utilizarlas es todo un ritual.

Huichol, deidad de los antiguos pueblos indígenas del norte de México

 

Los antiguos indígenas que habitaron y aún habitan algunos valles del norte de México eran conocidos como los huicholes y su deidad, el Huichol, era un dios con cuerpo de hombre y cabeza de ciervo. Este fue quien indujo a los hombres a probar el cactus del peyote, uno de los alucinógenos más fuertes del mundo.

Estos indígenas creían que el dios Huichol al crear a los hombres se sacrificó y se convirtió en estas plantas en el mundo terrenal. Tomar un té mediante la infusión de peyote o directamente alimentarse con este, tiene un enorme y prolongado efecto alucinógeno que los huicholes consideran una  conexión sagrada con el mundo de la deidad.

 

Los rituales sagrados de estos pueblos incluyen el consumo de esta infusión mágica y la posterior caminata por cuevas profundas y pasadizos subterráneos varios metros debajo de la superficie de la tierra, en pleno frío y oscuridad.

Este ritual duró miles de años pero con la llegada de los antiguos conquistadores del nuevo mundo y las colonias españolas en la región, el consumo se determinó como ilegal. Sin embargo en la actualidad el cactus aún crece en la zona y la gente continúa con su consumo tanto con fines sagrados como recreativos.

 

Desde las primeras civilaciones de la humanidad los hombres siempre han creído en algo superior. En todos los casos escapan del campo de la razón, con mitos relacionados a distintos tipos de dioses y seres sobrenaturales.

Por ello la ciencia y la religión nunca se han llevado muy bien, sin embargo el conocimiento es siempre productivo y esperamos que hayas disfrutado conociendo a estas extrañas deidades.

¿Crees que estos dioses y sus festividades son simplemente una excusa para justificar los comportamientos socialmente considerados desmedidos?

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