¿Qué entendemos hoy por genética? El ADN, el genoma humano, la molecular, el poblamiento de América por parte del prehistórico… Escuchamos y leemos información muy frecuentemente sobre estas temáticas, y no caben dudas de que son “hot topics” en ciencia por derecho propio. Décadas y décadas de estudio los han puesto en la agenda diaria de los más destacados genetistas del siglo XIX, pero sus raíces están aferradas a un único nombre: Gregor Mendel.
Sí, hoy es el cumpleaños del padre de la genética moderna, y en nuestra sección de grandes científicos decidimos homenajearlo repasando algún pequeño detalle de su historia y obviamente destacando su notable contribución al desarrollo de la genética y, ¿por qué no? de la ciencia en general.
El 20 de julio de 1822 nació en Heizendorf, en lo que hoy es la República Checa. Fue un monje católico que dedicó su tiempo libre al naturalismo y a la investigación sobre el concepto de la herencia, bastante vago por ese entonces y fundamental en años subsiguientes para dar cuerpo al Darwinismo clásico.
Gregor Mendel trabajó con los guisantes Pisum sativum (arvejas), concretamente con dos variedades de los mismos: una que producía semillas amarillas y otra que producía semillas verdes. Mendel realizó cruzamientos entre estas especies, observando que la primera generación produjo plantas que producían exclusivamente semillas amarillas. A esta generación la llamó primera generación filial (F1).
Al reproducirse estas plantas (de F1) observó que en la segunda generación filial (F2) aparecían individuos con semillas verdes y amarillas, pero con una relación de 3 a 1 a favor de las semillas amarillas.
¿Qué había detrás de todo esto? Genes. El gen que Mendel llamó dominante fue el responsable de dotar coloración amarilla a las semillas, y el que llamó recesivo fue el que produjo semillas verdes. El gen dominante siempre se manifiesta por encima del amarillo y en las relaciones expuestas en los experimentos de mendel.
A partir de estas observaciones formuló las famosas “Leyes de Mendel”. Las tomo de wikipedia textuales:
Primera ley o principio de la uniformidad: «Cuando se cruzan dos individuos de raza pura, los híbridos resultantes son todos iguales».
Segunda ley o principio de la segregación: «Ciertos individuos son capaces de transmitir un carácter aunque en ellos no se manifieste».
Tercera ley o principio de la combinación independiente: Hace referencia al cruce polihíbrido (monohíbrido: cuando se considera un carácter; polihíbrido: cuando se consideran dos o más caracteres). Mendel trabajó este cruce en guisantes, en los cuales las características que él observaba (color de la semilla y rugosidad de su superficie) se encontraban en cromosomas separados. De esta manera, observó que los caracteres se transmitían independientemente unos de otros.
El aporte de Mendel fue crucial para la ciencia del siglo XX en adelante. Obviamente fue un salto de trampolín para que la genética tome cuerpo (aunque eso ocurriría unos años más tarde de las investigaciones del monje), pero también para otras áreas de la ciencia, como por ejemplo el paradigma de la evolución.
Entrado ya el siglo XX el darwinismo clásico estaba en crisis por su incapacidad de explicar el mecanismo de la herencia. Sin embargo, el desarrollo del Neodarwinismo (también llamado Teoría Sintética de la Evolución) atendió a la existencia de las leyes de Mendel y las incorporó a su corpus teórico como un elemento clave para explicar sus postulados.
Increíblemente el pionero trabajo de Mendel no fue reconocido sino hasta el 1900, cuando Hugo de Vries, Carl Correns y Erich von Tschermak lo rescataron para destcarlo entre la comunidad científica de la época. Hacía 16 años que Gregor Mendel había fallecido.
Vaya nuestro mejor recuerdo para este auténtico genio con una científica notable y precursora, vital para el desarrollo de la ciencia de décadas subsiguientes a su trabajo.
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