Como hemos visto anteriormente, en el artículo sobre la energía geotérmica, en OjoCientífico nos gusta la energía. Nos gusta investigar sobre ella y contarles a ustedes nuestros descubrimientos. ¿Qué veremos en este artículo? Bueno, pues la forma de energía más utilizada por todos nosotros en nuestros hogares: definiremos qué es la energía eléctrica.
Este tipo de energía se trata de la presencia y el flujo de cargas eléctricas. La porción energética de la electricidad se encuentra en varios fenómenos energéticos diferentes: la electricidad estática, campos electromagnéticos y relámpagos.
Con nuestra avanzada tecnología hemos podido utilizar la energía eléctrica de millones de maneras diferentes, ya sea la que nos provee naturalmente nuestro planeta, o la que creamos a través de energías primas como la eólica o la hídrica, transformándolas y produciendo energía eléctrica.
Podemos decir que, por definición, la energía eléctrica es el resultado de la interacción de partículas subatómicas con una fuerza electromagnética.
Por otro lado, dentro del átomo de estas partículas, los electrones y los protones crean una carga, la cual puede ser transferida entre cuerpos utilizando contacto directo o a través de un material conductor, como puede ser el cobre (o sea, un ejemplo sería el tendido de electricidad de las ciudades, que está realizado con materiales conductores como el cobre dentro de cables).
Lo más interesante que tiene la energía eléctrica es que es muy versátil y puede ser generada de muchas maneras diferentes.
Las formas más comúnmente utilizadas tienen que ver con combustibles fósiles o reacciones nucleares, pero lo cierto es que la energía cinética que provee el viento o el agua (energía eólica e hídrica, respectivamente) puede, de la misma forma que los otros tipos de energía antes mencionados, ser transformada en energía eléctrica. Lo único que se requiere extra es un transformador, el cual modifica el voltaje de la energía.
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