Uno de los fenómenos de la física que experimentamos a diario es el del magnetismo. Con el simple hecho de pegar un imán de una pizzería sobre tu nevera ya estás aprovechando las propiedades de un campo magnético. Pero más allá del hecho concreto, ¿te has preguntado alguna vez qué es el magnetismo? Expliquemos brevemente de qué se trata.
La Real Academia Española brinda la siguiente definición de magnetismo:
“Propiedad de los imanes y las corrientes eléctricas de ejercer acciones a distancia, tales como atracciones y repulsiones mutuas, imanación por influencia y producción de corrientes eléctricas inducidas.”
Si no es claro, vale definir magnetismo como un fenómeno de la física que consiste en la interacción entre dos o más elementos, la cual se expresa por medio de la atracción o la repulsión entre los mismos. Esta repulsión o atracción depende de los polos magnéticos que estén en juego, los cuales funcionan según la famosa lógica de ‘los opuestos se atraen’.
Campo magnético.
Para entender qué es el magnetismo debemos saber lo que es un electrón. El electrón es una partícula que forma parte de la estructura atómica, y funciona como un pequeño imán. Los electrones están orientados en distintas direcciones, pero en un imán los mismos se orientan hacia una dirección común, lo cual atrae objetos con un polo opuesto.
Así, un cuerpo con electrones orientados en una dirección X, se atraerá a otro orientado a una dirección Y, generando un campo magnético entre ambos. Pero si dos objetos con los electrones orientados hacia la dirección X se juntan, los mismos se repelerán y no podrán unirse.
Generalmente se cree que el magnetismo opera nada más que en metales. Sin embargo, el aire o el agua también tienen campos magnéticos. De hecho, la Tierra por su composición presenta una polaridad magnética, y el campo magnético terrestre existe e incluso cambia de orientación cada determinado tiempo.
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