Tres altos funcionarios de pemex fueron detenidos al ser descubierta una red de robo de combustible que se llevaba más de 600 pipas por día.
El ejército, anunció el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, intervino algunas áreas de la paraestatal, como la de monitoreo, para controlar la situación.
López Obrador explicó que las llaves de la gasolina se dejaban abiertas desde el interior de pemex, con el objeto de facilitar el robo.
Hay huachicoleros de arriba y huachicoleros de abajo, explicó el presidente de la república.
Informó que ya fueron presentadas las denuncias correspondientes y que fue instrumentado un operativo en el cual participan 15 secretarías y dependencias, tales como el ejército, la marina, hacienda y la función pública, además de la procuraduría general de la república.
Detalló que ya existe una iniciativa para convertir en delitos graves delitos como el robo de combustible, el fraude electoral, la corrupción y otros que han afectado gravemente al país.
Son más de 50 las terminales de petróleos mexicanos en el país, las que fueron intervenidas por elementos del ejército mexicano.
El robo de combustible no se daba al conectarse a un ducto, de manera ilegal, sino que existía una red bien estructurada de funcionarios y empleados, que permitía el robo.
No sé si los directores de pemex participaban, no lo puedo sostener con pruebas, pero de que sabían, lo sabían, señaló Andrés Manuel López Obrador.
El combustible robado cada día alcanzaba una cifra de 60 mil barriles, equivalente al 10 por ciento de la producción. “Es un gran robo a la nación”, expresó, en su conferencia de prensa mañanera.
Alrededor de 4 mil efectivos del ejército mexicano, llevan a cabo el operativo en las terminales de Pemex.
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