CIUDAD DE MEXICO, México.- Un insólito caso y nunca visto en el béisbol sucedió en el lejano año de 1963 en la Liga Mexicana, cuando el juego entre los Tigres del México y los Pericos de Puebla se tuvo que suspender debido a que se presentó un corto circuito en el estadio y donde un lanzador entró a la historia por ser el ganador y el perdedor en el resultado.

El juego se detuvo con cuatro entradas completas. Los Tigres ganaban el juego 3 a 2 al abrir la quinta.

El encuentro lo dejó ganado el pítcher Mauro Ruiz, sin embargo dejó dos herederos en las bases. Después de la suspensión, se determinó que el partido se jugaría en caso de ser necesario.

El partido se tuvo que jugar, porque ambos equipos al final de la temporada terminaron empatados en el primer lugar, por lo que tuvo que disputarse el resto de innings faltantes.

Lo curioso fue que cuatro semanas después del partido suspendido, el serpentinero Mauro Ruiz fue cambiado justamente a los Pericos de Puebla, club al que iba momentáneamente venciendo en aquel juego. Por si esta fuera mera coincidencia.

¿Quién creen que reveló el dichoso juego pospuesto?

Como algo casi imposible de creer, Mauro Ruiz fue el pítcher que le lanzó a sus ex compañeros las entradas pendientes. Finalmente esos dos hombres que él mismo había dejado en las colchonetas y que eran para su récord, terminaron anotando las carreras que le dieron el triunfo a los Pericos (4-3), por ende, Mauro Ruiz fue el pítcher ganador con Puebla porque estaba lanzando al momento que se fueron adelante, pero también el perdedor con los Capitalinos porque los corredores eran su responsabilidad.

Por casos como este, el béisbol sigue y seguirá siendo el Rey de los Deportes.

Con información albat.com