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Se extingue el oficio de afilador de cuchillos, ya quedan muy pocos

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Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos)___

CD. MEOQUI, Chih.- Uno de los oficios que está en peligro de extinción en México, en el estado de Chihuahua y en toda la Región Centro Sur es el del afilador, a pesar de que “en un día bueno” se pueden llegar a ganar de 700 a 800 pesos diarios, comenta Juan Ruiz, quien ya tiene 25 años en el oficio y lo aprendió de su señor padre, quien hacía lo mismo que él: afilar cuchillos y tijeras y arreglar máquinas de coser.

Al igual que su padre que se inició en el oficio a los 16 años de edad, él también empezó a temprana edad y hoy en día tiene tres hijos “medianitos” que muestran interés en aprender. “A ver que se les pega”, dijo.

Menciona el entrevistado que hoy en día hay poco trabajo. Él vive en Delicias, donde trabaja también arreglando máquinas de coser, pero se viene acá a Meoqui como afilador, donde solicitan más sus servicios.

Menciona que lo que más sale es la afilada de cuchillos o tijeras y anda cobrando a 20 la afilada de cuchillos y 15 pesos las tijeras.

Asegura que él tiene mucha clientela, gracias a Dios, y quien lo ocupa es la mayoría de restaurantes de aquí de Meoqui. Y también la mayoría de las carnicerías.

Con orgullo menciona que entrega muy bien sus trabajos y deja los cuchillos como navajas de rasurar.

Relata que en un buen día llega a obtener de 700 a 800 pesos y trabaja únicamente de las 8 de la mañana a la una de la tarde.

Y cuando los días están “calmadones” como hoy, saca entre los 300 y 400 pesos por día.

“Trabajo de ocho a una y lo que salió salió”, dice Juan Ruiz quein con tristeza menciona que se está acabando este oficio y no quiere pensar que es lo que va a pasar cuando nadie afile.

Reconoce “ya quedamos poquitos de los que sabemos afilar, y yo tengo entendido que somos como tres, pues conozco a dos y tres conmigo, ya que por ahí anda uno que otro desvalagado tratando de aprender”.

Al hablar de los oficios en extinción menciona que ya casi no hay boleros de cajón y de los que definitivamente ya no ha visto son a los que daban toques en las cantinas y que había bastantes, pero allá en Ciudad Juárez, en la frontera.

Destaca el entrevistado que se debe rescatar este y trabajo callejero o de pueblo, ya que es un oficio respetable y sobre todo honrado.

Dice que no es un oficio difícil, y nada más es cuestión de “echarle coco, ya que para la afilada tiene su chiste”.

En lo que a él respecta dijo que gracias a que tuvo un buen maestro, que fue su papá, no ha echado a perder ningún cuchillo.

El afilador por lo regular anda a bordo de una bicicleta para recorrer las calles. Antes tenían un aditamento acoplado a la llanta de la bicicleta con una banda y al pedalearle giraban el esmeril para afilar, pero hoy es una piedra redonda de afilar, misma que giran con una manivela.

Ya no utilizan el silbato para llamar a la gente a que saliera de sus domicilios, pero si la afilada es la misma, deben quedar filosos los cuchillos y tijeras, y sobre todo que les dure el filo para que los vuelvan a contratar e ir ganando clientes en vez de perderlos y que los vayan recomendado de boca en boca, que al fin y al cabo es la mejor publicidad.

El afilador de cuchillos es un oficio tradicional, callejero o de pueblo, aunque hay unos pocos en las grandes ciudades, que se ha ido perdiendo. Llegó a México en tiempos de la Colonia y tiene su origen en Galicia, España.

Este personaje suele recorrer las calles sobre su bicicleta, aunque ya sin emitir el sonido de flautas de caña característico o silbatos, que antes nos hacía saber que ya estaban cerca.

Trabaja el afilador en las calles de las distintas colonias y también en mercados, en busca de afilar cuchillos, tijeras, machetes, cuchillas, hachas y demás.

Hoy, el afilador se extingue. El avance de la tecnología hace que los instrumentos y herramientas que este personaje daba filo, tengan una duración de varios años.

A pesar de ello, nos encontramos con uno de estos personajes en Meoqui, mismo que fue captado por la cámara y amablemente Juan Ruiz nos concedió una entrevista, que traemos hasta ustedes y también para los jóvenes que hoy en día no quieren trabajar y andan de ninis.

Trajimos hasta ustedes el oficio de afilador, que como el de el zapatero, el relojero, el mecanógrafo, incluso los pajareros, merolicos y camoteros están a punto de decirnos adiós y pasar a mejor vida en una época difícil de la economía.

jesusaguirre25@hotmail.es

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