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Con ton y son…por Jesús José Meléndez Hermosillo

CARTAS A ELENACARTAS A ELENA… (Entrevista con Barajas Lloren´t)
Existe todavía la posibilidad de rescatar los buenos sentimientos, pues estamos desconectados del corazón… ( Cheché Meléndez)

UN EVENTO DE VIDA….
Barajas Lloren´t.- La tecnología nos está ganando y nosotros nos estamos distanciando, yo creo que el cartero y Pedro Infante son esos dos últimos eslabones de esa nostalgia de esa época romántica que existía, esta película, (Cartas a Elena) hace alusión a eso, esta película utiliza las cartas como un medio de comunicación, sino como una época ingenua hermosa, bonita, romántica, donde todos vivíamos en paz y tranquilos y todo lo que queríamos era vivir en paz y tener progreso y cuidar a nuestros hijos y que nuestros hijos fuera de bien y estar unidos.
El hecho de que alguien se tomó el tiempo para escribirte, ya para ti es un sentimiento de que eres una persona especial, la carta significa ese esfuerzo y ese interés y ese compromiso de la persona que se toma el tiempo para escribirla, meterla a un sobre doblarla, ponerle un timbre, ponerla allí, tener la paciencia de que el correo la lleve y con el milagro de Dios que algún día llegue.

Cuando recibes esa carta te sientes especial, te sientes homenajeado, nos aferramos al pasado, por eso hacemos alusión a la carta y al cartero, porque vemos muy poco vislumbrado el futuro.
Cheché Meléndez.- Hace algunos instantes, hablaste de un rompimiento con tu familia por cerca de veinte años, ¿a qué se debió? ¿Y cómo tu propia película te llevo a la reconciliación?
Ese es un comentario, una pregunta muy poderosa, no me la habían hecho antes y he estado en CNN y en Nueva York, y en todos lados y gracias, cuando yo cumplo 18 años, mi padre me dice tienes desde los siete años, porque yo le tumbe los dientes a mi hermano y me confinaron a un cuarto castigado y vi una película que se llama, Un día de Vida, de Emilio el Indio Fernández, Un Día de Vida con Roberto Cañedo, Columba Domínguez, Fernando Fernández y se me hizo la cosa más maravillosa y yo tenía siete años y me plantee al final de la película que qué bonito son las historias y que padre que existan estas historias que te pueden mover y cambiar la perspectiva o la actitud de un ser humano y darle esperanza e ilusión y yo lo que quise a partir de ese instante es contar historia, precisamente por esa historia de Emilio el Indio Fernández, como me toco fue desgarrador y yo dije yo quiero hacer sentir a un cabrón si como este me hizo sentir a mí, que maravilloso seria tocar el corazón de otro ser humano, es un compromiso y una responsabilidad cabrona, entonces los años pasaron y se llegaron los diez y ocho años y mi jefe se sienta muy acaudalado y me dice mira aquí tengo este patrimonio, yo te voy a pagar tu carrera, te voy a poner tu despacho, te voy a poner carro, te voy a casar con una buena vieja, te voy a dar todo y también me dijo, aquí hay 50.00 pesos cabron, que quieres hacer, esto es lo que yo quiero que tu hagas, doctor arquitecto lo que tú quieras cabrón y esto es lo que tú quieras hacer, fue un gusto conocerlo padre, agarro los cincuenta pesos me lo meto a la pinche bolsa y jamás lo volví a ver, que me salgo del cantón a madre, así como andaba con los puros pinches calzones y dure dos años vagando en toda la república, buscando historias que es donde yo encuentro esta, durmiendo en puentes, tragando panques de nuez y pasas con agua y gansitos con pinche Pascual Boing, durmiendo en centrales camioneras andando de aventón en fin, yo estaba aprendiendo, esa fue mi universidad, yo no fui a la pinche escuela ni me puse a escuchar a un pinche bato mamón que me dijera de cosas, yo me fui y logre esa conexión con la gente, yo quería saber que pensaba, que le cagaba, que estaba soñando, que verdaderamente quería, como se comunicaba, que es lo que le gusta que es lo que no, entonces agarre los cincuenta baros y me fui, años pasan y mi jefe todos los años me llamaba y me decía, eres un pinche loser ese, aquí sigue la oferta cabron aquí tengo la lana que te prometí, los cincuenta pesos te los perdono, si quieres regresar aquí está tu vida ese, y le digo ni madres guey, yo me muero en la raya ese, pero yo pura madre que me regreso sin nada, el día que yo regrese allá adentro es para saludarte y verte a la cara y que tú te sientas orgulloso de mi cabrón porque si no voy a ser un pendejo y un mequetrefe para ti y para todos y para mí el resto de mi pinche vida y eso no va a suceder, prefiero la muerte guey órale pues chingas a tu madre hay nos vemos, me voy.

Cuando se da lo de Cartas a Elena yo distanciado de todo mundo por esa situación de mis hermanos, de mi madre de todo mundo, yo no le hable a nadie por 20 años, ni madre yo era una bato culero, sarro, yo no los necesito yo solo puedo cabrón me la pelan todos chinguen a su madre yo soy bien cabrón y te das cuenta que nel, te das cuenta que no, te das cuenta que necesitas, que tu espíritu, tu alma tu corazón, necesita del amor y del apoyo y del cariño cualquier que sea, y yo no comprendía ese rollo.

Cuando yo termino la película, yo vivía en el Paso Texas y cuando yo me voy a los festivales a promocionar mi película, veo como la gente se empieza a acercar a sus familias y sucedió algo mágico, como un espectador, común y corriente lo que yo cree mi propio proyecto, mi propio mensaje, que me agarra el pinche corazón, que me lo hace mierda, que lo agarra y lo avienta a la pinche pared, toma puto y en ese momento, sentí esas ganas de volverme a reconciliar con todo lo perdido, agarre mis cosas, agarre a mi vieja a mi mujer, a mi hijo, que agarro el pinche camión y que me voy hasta San Diego donde viven ellos, ya llegue padre écheme su bendición, estoy orgulloso de ti mijo –me dijo- y mi padre murió a los cinco días de que yo termine esta película (Cartas a Elena), murió de cáncer.

Entonces para mí esto es un evento de vida, esto es un evento importante, esto no es una pinche película para mí, esto es un evento en mi vida y no de demostré nada a nadie simplemente lo único que hice no fue tirarle en la cara a mi padre y decirle, mira cabron te dije guey, todo lo que hizo esta película fue hacerme humilde y de esa misma manera acercarme y pedir perdón, estaba equivocado padre, perdóname por no haberme dado a entender, que es lo que yo andaba buscando de la vida y que es lo que yo quería yo sé que lo que tú me planteaste era por mi bien, no quería ningún mal para mí, pero simplemente yo no te supe explicar, no te supe dar a entender que yo tengo una vida y que quiero recorrerla y que yo quiero lograr mis propias cosas, ¿no? y eso se lo pude expresar allí en su lecho de muerte, me abrazo me dijo estoy totalmente orgulloso de ti y después murió.

La parte emotiva de Barajas Lloren´t, la compartió en Delicias, lo más importante que motivo la película nadie se lo había preguntado, por ello gracias por compartir esa historia con un servidor.

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