Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Foto)–
CD. MEOQUI, Chih.- Nacida el 4 de abril de 1900 en Los Carrizos, municipio de Parral, Chihuahua, Doña Carlotita Moreno Moreno, con el sentido del oído casi perdido, y con un marcado gusto por el baile, cumplirá 115 años de vida y cuenta con nostalgia que ya enterró a sus dos maridos y le tocó vivir la Revolución y conocer a Pancho Villa, quien le dio dinero a su familia.
Ella vive desde hace casi tres años y medio en el asilo de ancianos “El Peregrino”, donde contagia con su buen humor y las grandes ganas de vivir, mismo donde será festejada el próximo sábado 28 de marzo.
Doña Carlotita Moreno Moreno, es un ejemplo de vida por lo difícil que representa llegar a esa edad, menciona que siempre vivió en Parral hasta ahora que anda por acá, desde hace poco más de tres años, casi los tres y medio.
Dijo que tuvo tres hijos, pero sólo vivió uno que ya murió, y aquí en Meoqui viven sus nietos, hijos de él. Al preguntarle que cómo se siente a sus casi 115 años, respondió que se mantiene mala, enferma de sus rodillas porque casi no puede caminar, pero sí lo hace ayudada de un andador y nunca ha tenido operación.
Siempre ha sido de muy buen apetito, y para este próximo sábado 28 de marzo se pretende festejarla en el asilo por sus 115 años con comida, refrescos, música y pastel.
En su plática siempre sale a relucir la nostalgia y recuerda que su abuelita se llamaba Margarita y su mamá Juanita.
Para hilar plática con ella hay que hablarle fuerte al oído y se le hacen las preguntas, ya que casi no oye, pero si tiene aún muy buena memoria y recuerda que su abuelito se llamaba Martín y su papá Pablo. Sus primas hermanas Adelina y Juanita, ya que no recuerda a sus demás familiares.
Al revivir sus recuerdos señala que también tenía unas primas María, Benita y a ella siempre le gustó el baile e iba a la plaza de Parral cuando joven, lugar en donde les daban a las muchachas gardenias. “En la plaza nos regalaban muchas gardenias, flores bonitas y en Parral iba a bailar nomás a los salones”, señala Carlotita.
A pregunta de que si conoció a Pancho Villa dice: “¡Cómo no! Sí lo conocí. Era alto de buen cuerpo, más bien gordito, que flaco, y para nosotros sí fue buena gente, ya que le regaló a mi abuelita dinero, un altero de dinero”.
Ahora para su fiesta por sus 115 espera ponerse muy guapa, y compartir con todos sus compañeros del asilo “El Peregrino”.
Doña Carlotita Moreno Moreno, como se le conoce, se casó sólo una vez, pero ya ni se acuerda ni cómo se llamaba su primer esposo, porque después se juntó con Gregorio, a quien ella le decía “Goyito” y fue una persona que se portó muy bien con ella, ya que le hacía comida, caldito de pollo con bastantes verduras y a pesar de no trabajar a ambos les daban su pensión. Pero Goyito un día falleció al quemarse cuando le cocinaba. Y casi llora al acordarse de tan buena persona para con ella.
Y le entra la nostalgia y le llega a lo más profundo de su ser, casi a punto de llorar, pues ella quiso mucho a Goyito, quien la trato casi como a una reina, según relata.
Dice que en su cumpleaños hace ya casi tres años, cuando cumplió 112, la llevaron a pasear a Chihuahua, donde había muchas muchachas bonitas y la invitaron a comer y cuando fue al mercado de Parral se comió un platillo de chuletas con papas doradas, comida que le gusta mucho, pero que ya casi no puede comer eso.
“Ahora estoy aquí con mis madrecitas -Misioneras de la Misericordia del Sagrado Corazón de Jesús-. Ellas la cuidan y le brindan lo necesario.
También le encantan las manzanas cocidas y disfrutar la vida al lado de sus seres queridos y en este caso también compartir con sus compañeros del asilo “El Peregrino” de Meoqui. jesusaguirre25@hotmail.es
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