—Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos)—
CD. MEOQUI, Chih.- Ernesto Leonel Martínez, originario de Ciudad Juárez, pero radicado en colonia Lázaro Cárdenas por su gran apoyo a los discapacitados y haber formado junto a la señora Margarita Ochoa y el párroco Francisco Javier Granados Vega el grupo “Sonrisas Diferentes” cuando trabajaba en la iglesia católica de la Purísima Concepción de su comunidad, resultó ganador al premio Villa San Pablo al Ciudadano Distinguido 2012, haciéndose acreedor a una placa de reconocimiento.
Nacido en Ciudad Juárez, Chihuahua, el 8 de abril de 1957 y con 55 años de edad, Ernesto Leonel Martínez, soltero y de profesión empleado municipal, radica en la calle Guillermo Baca, sin número del seccional de colonia Lázaro Cárdenas, donde inició con esta gran labor humanitaria. El fue propuesto al premio como mejor ciudadano por José Ignacio Ortiz.
Cuenta el homenajeado que hace tres años nació este proyecto para ayudar a mejorar la calidad de vida en niños con diferentes discapacidades, tales como Síndrome de Down, invidentes, sordomudos, de lento aprendizaje y otras discapacidades, cuando él trabajaba en la iglesia.
Con el paso de los años los otros dos fundadores del grupo, la señora Margarita Ochoa y el párroco Javier Granados Vega por sus propias ocupaciones no pudieron continuar colaborando por lo que Ernesto Leonel Martínez continuó luchando con todo el trabajo él mismo.
Relata que en cada reunión que se llevan a cabo los martes a las tres de la tarde en el Centro Pastoral el grupo “Sonrisas Diferentes” enseña a los niños y también a los adultos con discapacidades a leer, escribir, les enseña los números, y a algunos que están más avanzados en su aprendizaje les enseña a hacer operaciones matemáticas.
También elaboran manualidades y artesanías como dibujos o piñatas. Asimismo les enseñan a hacer diferentes ejercicios que les ayuden a mejorar su condición física, pero lo más importante que tratan de inculcar a los niños es el respeto hacia ellos mismos y hacia los demás, ofreciéndoles también un refrigerio a los asistentes.
Cuenta que para mantenerse se realizan diversas actividades y en ocasiones se hacen rifas y algunas personas dan apoyos personalmente y cuando se acerca la época navideña Ernesto recorre los negocios de la comunidad solicitándoles algún tipo de ayuda para celebrar alguna posada en el grupo y poder ofrecerles champurrado, tamales, pastel y un regalo a los integrantes. Porque además de todo, el grupo se compone de personas de escasos recursos económicos.
Relata que a pesar de todo siempre ha tenido algunos colaboradores porque personas llegan y le ayudan por algún tiempo, luego se van, pero siempre la base de este grupo es él, a quien todos los demás siempre buscan para recibir apoyo, pues lo consideran el pilar de “Sonrisa Diferentes”.
Si bien ninguna de las personas que ayudan en el grupo tienen especialidad o algún tipo de instrucción en la educación especial a niños con discapacidad, todos son, como dice el propio Ernesto: “Gente con un gran corazón dispuestos a ayudar”.
jesusaguirre25@hotmail.com
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