—Por Manuel García Dávila—
Entre las causas para que un niño contraiga la enfermedad denominada bronquiolitis están: la exposición al humo del cigarro y la contaminación del ambiente.
Tan sólo en los primeros cuatro meses del año, en Chihuahua, se han registrado tres mil 538 casos de bronquiolitis, y los más afectados han sido los niños de uno a cuatro años de edad, con 927 casos; en segundo lugar son los menores de un año, con 747 casos atendidos en el Instituto Mexicano del Seguro Social de esta entidad.
La bronquiolitis es una enfermedad común del tracto respiratorio, provocada por una infección que afecta las diminutas vías respiratorias, denominadas “bronquiolos”, que llevan a los pulmones, a medida que estas vías respiratorias se inflaman, se hinchan y se llenan de mucosidad, por lo que resulta difícil respirar.
De acuerdo a las estadísticas, los más afectados son niños menores de dos años, ya que sus pequeñas vías respiratorias se bloquean con mayor facilidad que las de los niños de más edad o los adultos.
Los niños que han padecido bronquiolitis tienen más probabilidades de desarrollar asma, suele ser provocada por una infección viral, las infecciones causadas por este virus son responsables de más de la mitad de todos los casos de bronquiolitis.
El Seguro Social exhorta a las madres a estar atentos ante los síntomas de la bronquiolitis la cual se puede confundir con un resfriado común; congestión, moqueo de nariz, tos y fiebre leve, duran uno o dos días, son seguidos de un agravamiento de la tos y la aparición de un sonido sibilante, cuando más severas son: respiración poco profunda, rápida frecuencia cardíaca, acelerada hundimiento del cuello y el tórax con cada respiración, conocido como “retracciones” ensanchamiento de las fosas nasales irritabilidad, con dificultad para dormir y señales de fatiga así como sensación de opresión en el pecho.
Por otra parte, el niño también puede mostrar falta de apetito y quizá vomite después de toser, con menor frecuencia, los bebés pequeños, en especial los prematuros, pueden presentar episodios en los que dejan de respirar por poco tiempo (lo que se denomina “apnea”) antes de desarrollar otros síntomas.
En los casos graves, los síntomas pueden empeorar con rapidez, un niño con bronquiolitis grave puede cansarse por el esfuerzo de respirar y tener poca entrada y salida de aire en los pulmones, la piel puede tornarse azulada, lo cual es muy notorio en los labios y las uñas. El niño también puede quedar deshidratado por el esfuerzo que realiza para respirar, por los vómitos y porque come menos.
Los especialistas coinciden en decir que la bronquiolitis es contagiosa, los gérmenes pueden diseminarse en pequeñas gotas de fluido de la nariz y la boca de una persona infectada, éstas pueden ser trasladadas por el aire cuando la persona estornuda, tose o se ríe. Los casos de bronquiolitis suelen durar alrededor de 12 días, pero los niños que presentan casos más graves pueden continuar con tos durante semanas.
El IMSS recomienda acudir al médico no auto medicarse ni dejarlo pasar, acudir a su Unidad de Medicina Familiar correspondiente y seguir el tratamiento o indicaciones que se le den.
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