—Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos)—
Gonzalo Duarte Sánchez, subdirector de la Secundaria Federal ES 96 “Vencedores del Desierto” y originario de Estación Rosario, Durango tiene 44 años laborando dentro del Magisterio y piensa seguir en su trabajo mientras cuente con salud, ya que esta es una vocación que trae en la sangre, desde que se metió a estudiar a Salaices.
Nacido el 12 de octubre de 1948 en Estación Rosario, Durango y actualmente con 63 años de edad, el profesor Duarte Sánchez nos cuenta que inició prácticamente muy joven a trabajar en el año de 1968 en el poblado de Baborigame, Municipio de Guadalupe y Calvo, allá en la mera sierra, donde duró un año.
Luego pasó al Municipio de Temosachi (que antes era Temosachic, con “C” al final y que se les quitó la “C” a todos los municipios que la tenían durante la administración del Gobernador Patricio Martínez García).
En Temosachi duró trabajando 5 años. De ahí pasó a Loma Linda, Municipio de Rosales, Chihuahua, donde estuvo un año.
Posteriormente dio clases aquí en Delicias en la escuela Rafael Ramírez, cerca del Parque Glendale, por la calle Central sur-poniente.
De ahí pasó a la secundaria de Saucillo en donde estuvo cuatro años, después a la Leyes de Reforma en donde laboró 13 años y luego a la subdirección de la Secundaria de Camargo.
A la Secundaria 96 llegó en el año 2003.
Dijo que en sus inicios en Baborigame tenían que ir a pie caminando durante dos días para llegar al pueblito donde trabajaba. Ahí duró un año y solo salía de vacaciones en avión yéndose primero a Parral.
Recuerda con nostalgia sus andanzas en el magisterio en Baborigame por ser sus inicios y porque –dijo- la alimentación tanto para él como para el grueso de esa población consistía en frijoles y pastas para sopa.
“Fui maestro de grupo de cuatro grados en un solo salón en Baborigame. Les daba clases a niños mestizos en indígenas de primero a cuarto grados. Tenía a los cuatro grupos a mañana y tarde y vivía en un cuartito para maestros, pero resulta que yo era el único maestro”, recuerda con cierta nostalgia, acomodándose en su silla para proseguir con la charla.
“Era el único maestro, y ahí era todo, en la escuela 5 de Mayo. Lo mismo era maestro, que director y solo había educación hasta cuarto grado. Tenía de alumnos a mestizos y tepehuanes, diez alumnos en promedios en cada grado y en total de 40 a 45 alumnos en un solo salón.
“Lo más difícil fue adaptarse uno al medio. No hacía tanto frío por estar el pueblito cerca de las Barrancas, pero no había medio de comunicación y en caso de un apuro la gente salía en avioneta”, señala el profe Gonzalo Duarte.
Recuerda que las bancas eran unos pupitres en donde se sentaban dos niños juntos.
Dijo que tenía turno continuo a mañana y tarde y tener que adaptarse al medio y con una raquítica alimentación, pues solo comían frijoles y sopa y allá cada cuando mataban una gallinita, pues estaba todo tan fregado que ni animales había.
Recordó el profe Gonzalo que en sus inicios en Baborigame sentaba en una hilera a los niños de primer grado, de segundo, tercero y hasta cuarto, pues tenía en el mismo salón a los cuatro grupos y a todos y cada uno de los grupos les dejaba tareas a realizar.
Posteriormente al terminar ese año se fue a Temosachi, donde la situación era muy similar al dar clase a los cuatro grados en un salón, solo que acá ya había más comunicación al estar cerca de Madera. Ahí era una escuela unitaria.
Enfatizó que el Temosachi realmente donde estaban era un pueblito llamado Labor de Guadalupe.
En cuanto a sus inicios en el magisterio dijo el profesor Gonzalo Duarte que él estudió en Salaices realmente porque como originario del área rural de donde provenía, no había muchas opciones de estudio y le dio Gracias a Dios por que se le diera la oportunidad de estudiar aquí.
Para luego entrar a estudiar a la Normal Superior José Medrano en 1975, y especializarse como maestro de Secundaria en la especialidad de Historia, relacionada con las Ciencias Sociales, pues dio asignaturas de Civismo, Historia y Geografía.
Dice que “todo esto es bonito, ya que te encuentras a tus ex alumnos en la calle y te recuerdan con cariño y te saludan con afecto”.
“En secundaria tuve alumnos que ahora son profesionistas”.
Aseguró que en el área rural existen muchas carencias y las sigue habiendo hoy en día, principalmente en las zonas más apartadas de la civilización; en contraste con el área urbano, donde en la actualidad la gran mayoría hace uso de la tecnología al tener computadoras e Internet en sus casas.
“Muchas cosas me han pasado, muchas satisfacciones y yo pienso que lo poquito que uno les ha enseñado a sus alumnos de algo les ha servido en sus vidas. Yo soy de medio rural. Antes no había los medios para estudiar una carrera y por eso agradezco que haya estado cerca Salaices, de donde guardo muy buenos recuerdos, pues ahí fueron mis inicios y el principio de mi vocación”.
Dijo para finalizar el profe Gonzalo Duarte que “efectivamente al llegar a los treinta años de trabajo me podía retirar y jubilarme, pero esto es una pasión que se lleva en la sangre y mientras uno tenga salud, pasión y entusiasmo, aquí estaré”.
jesusaguirre25@hotmail.com
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