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El mundo político de Judith Cano

Luis Donaldo Colosío——————

   El 23 de marzo, se conmemora con profunda tristeza y frustración, un año más de aquel artero crimen político que conmocionó a México entero, el asesinato cometido en un acto de campaña, del entonces candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta; fue en Lomas Taurinas de la ciudad de Tijuana, Baja California, donde se le privó de su existencia.

 A dieciséis años de su asesinato, México sigue esperando una respuesta lógica y convincente de los resultados de las investigaciones de dicho homicidio, y  se pide que se castigue a los autores intelectuales del crimen político, que además de Mario Aburto, son ellos los verdaderos culpables.

Luis Donaldo Colosio Murrieta, nacido en Magdalena de Kino, Sonora, vivió, luchó y murió por la Patria, político de profundas convicciones, tuvo una importante carrera política, ocupando diversos cargos en la función publica.
 
El mal logrado candidato presidencial fue entre otros cargos Diputado Federal, Oficial Mayor del CEN del PRI, Senador, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Secretario de Desarrollo Urbano y Ecología del gobierno federal, y candidato del PRI a la Presidencia de la Republica, en aquellas inolvidables elecciones de 1994.

Colosio, allá en su natal Magdalena, a la edad de 12 años, fue premiado como el mejor alumno de la zona escolar número 5, con un viaje dentro del grupo de los mejores; estuvieron los mejores del país en la Ciudad de México, donde fueron recibidos por el presidente Adolfo López Mateos.

En la secundaria y preparatoria, donde fue presidente de la sociedad de alumnos, mantuvo un alto rendimiento académico; en 1966 ganó el primer lugar en un concurso de oratoria organizado por el PRI.
Estudio economía en Monterrey, becado del ITESM, fue el mejor alumno de la generación 1968-1972, con mención honorífica.

En 1985 fue Diputado Federal por el primer distrito de Sonora, y el 8 de diciembre del 93 rindió protesta como candidato del PRI a la Presidencia de la República, y en memorable discurso pronunciado el 6 de marzo de 1994, se definió como un candidato consciente de los logros, pero también de los rezagos de las últimas décadas.

Luis Donaldo Colosio pisó callos cuando dijo: ‘Veo a un México con hambre, con sed de justicia…’ Palabras que le acercaron a la muerte y le convirtieron en un mártir de la política mexicana.

  “Luis Donaldo Colosio, símbolo de esperanza y de justicia para todos los mexicanos”

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