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Fiesta por compromiso (Parte final)…por Luis Villegas

En contraste, hágame usted el refabrón cabor -como decía mi papá-, en América Latina:

û  Tenemos las vacaciones más largas del Mundo;[1]

û  Se organizan encarnizadas polémicas por asuntos como el determinar las causas de muerte de un prócer, Simón Bolívar, que murió hace casi 200 años. Este año, Hugo Chávez hizo desenterrar los restos del héroe para enterrarlos en otro lugar y precisar las causas de su muerte; en su programa radiofónico confesó: “Hemos visto los restos del gran Bolívar. Confieso que hemos llorado”; el sarcófago, será “de cristal y oro”;[2]

û  En Ecuador, el Presidente Rafael Correa se empeñó en desenterrar los restos del emérito Presidente José Eloy Alfaro y trasladarlos de Guayaquil a Montecristi; la pugna entre los impulsores de la medida y sus opositores se prolongó durante meses y culminó con un acuerdo para que reposaran, mitad y mitad, en ambas ciudades; el costo del mausoleo construido por el Gobierno en Montecristi fue de 350 mil dólares;[3]

û  Néstor Kirchner hizo desenterrar los restos del General Juan Domingo Perón para depositarlos en un nuevo mausoleo; el desfile, que incluyó 120 granaderos a caballo, degeneró en un enfrentamiento de “peronistas” y “antiperonistas”; no bien terminó el evento transmitido en cadena nacional, se inició un debate sobre si debería hacerse lo mismo en el caso de “Evita”;[4]

û  En el colmo, en Uruguay, el gobierno de Tabaré Vázquez envió una iniciativa al Congreso para reubicar los restos de José G. Artigas del mausoleo donde lo “recluyó el autoritarismo”, erigido en 1977 durante la dictadura militar; la propuesta dividió al País en dos bandos entre los que menudearon las protestas, marchas, manifestaciones y una marcha ecuestre de 100 jinetes; por cierto, Artigas habría nacido hace 245 años;[5]

û  En Centroamérica, se suscitó un debate que degeneró en un conflicto diplomático cuando el entonces Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, le pidió a su homólogo de El Salvador, Antonio Saca, en calidad de préstamo, el cadáver del prócer de la Unión Centroamericana,  Francisco Morazán, fusilado en 1842;[6]

û  En América Latina, no se titubea en darle un uso político a la historia: Castro tomó lo que más le convenía de los discursos del héroe José Martí; los Kirchner, en Argentina, sin sonrojos juegan con la idea de representar los papeles de Juan Domingo y Evita Perón; Hugo Chávez se siente Bolívar resucitado; y en México, López Obrador nutría su discurso de la fraseología -y lo que es peor, los contenidos- del extinto Lázaro Cárdenas;[7]

û  Sin ir muy lejos, el 16 de septiembre de 2010, el Presidente Felipe Calderón “firmó en Dolores, Hidalgo el decreto mediante el cual se llevará a cabo año con año la arenga que Don Miguel Hidalgo y Costilla hiciera en 1810 allá en Dolores, Hidalgo: ‘Pocas horas me faltan para que veáis marchar a la cabeza de los hombres que se precian de ser libres, os invito a cumplir este deber, de suerte que sin patria ni libertad estaremos siempre a mucha distancia de la verdadera felicidad’”.[8]

Mientras que en los Estados Unidos de Norteamérica estudian apenas 53 mil estudiantes latinoamericanos, también cursan sus estudios 98 mil jóvenes chinos, 103 mil indios y 75 mil sudcoreanos;[9] este año, Singapur es el octavo país del mundo en ingreso per cápita, hace 4 décadas su ingreso era igual al de México y Jamaica y casi la mitad del de Argentina, empero, hoy por hoy, es el principal exportador de plataformas petroleras submarinas;[10] la empresa Google vale más que el PIB de Bolivia;[11] Finlandia, un país sin recursos naturales y el más pobre del norte de Europa hasta hace poco, figura en los primeros lugares del ranking de competitividad internacional del Foro Económico Mundial, está en el primer ranking de los países más democráticos del mundo, está evaluado como el país menos corrupto, ocupa el primer lugar de los exámenes internacionales PISA (que miden los conocimientos de los jóvenes de 15 años en lenguaje, matemáticas y ciencias) y es el país con el mayor número de investigadores y científicos per cápita, su Presidenta, Tarja Halonen, a pregunta expresa de qué explica su éxito respondió: “El secreto es muy sencillo y se puede resumir en tres palabras: Educación, educación y educación”.[12]

Así las cosas, escribo estas líneas por el compromiso que siento con mi país; pero no escribo para sumarme a esa celebración enajenante tan alejada del deber ser. Quiero pensar que, gracias a su fervor por la historia patria, la mayoría de nuestros políticos festejan EL INICIO de la Independencia -y el de la Revolución- porque saben perfectamente que la consumación de ambas es un rubro pendiente en la Agenda Nacional.

El de la Independencia es un asunto que, por definición, atañe a la posibilidad de que el país sea capaz de brindarle a sus hijos condiciones de vida dignas, sin sumisión a otro Estado ni, menos, a entes como el FMI o el BM. La Independencia habrá que celebrarla por todo lo alto cuando definitivamente se consume. Otro tanto es posible decir de la llevada y traída Revolución Mexicana que, si es cierto que inició básicamente para mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanas y mexicanos, es preciso que termine de una buena vez: Es decir, eliminando esa espantosa desigualdad que permite fortunas personales que compiten a nivel internacional juntamente con la dolorosa miseria de largos miles de compatriotas que suman ya, más de 60 millones.[13]

Las 12 claves del futuro referidas por Oppenheimer merecen su reflexión aparte.

Luis Villegas Montes. luvimo6608@gmail.com


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