Por Jesús Aguirre (Texto y Fotos)–
Delicias, Chih.– Darío Ogaz Valles, quien luchaba como Pequeño Ciclón en sus años mozos dentro del deporte de las llaves y los costalazos, llegó a estar dentro de las grandes carteleras que encabezaron el recientemente fallecido Perro Aguayo, el gigante argentino Coloso Coloseti, Blue Demon, entre otras figuras del pancracio nacional.
El Pequeño Ciclón debutó en colonia Guadalupe Victoria, Meoqui, en enero de 1978, a la edad de 14 años, utilizando el nombre de Águila Negra y en la que fue su primera lucha subió al ensogado contra El Invasor.
A los 15 años hizo su debut en la arena Zuany de la ciudad de Chihuahua, convirtiéndose en el luchador más joven del momento, ya que en aquel entonces la edad mínima para subir a un ring era de 18 años cumplidos. Esto fue por los buenos oficios de Mao Chang, quien le programó en una función de categoría en la que se presentó el campeón mundial César Valentino.
A raíz de su gran actuación en ese evento fue llamado de nueva cuenta durante un año seguido, luchando en todo el estado de Chihuahua, en ocasiones hasta tres veces por semana.
Fue el luchador Boby Ornelas quien lo bautizó como el Pequeño Ciclón, dada su rapidez y agilidad mostrada en el ring, donde se enfrentaba a luchadores de mayor tonelaje y edad a pesar de su corta estatura.
A los 18 años emigró por motivos de estudios a Ciudad Juárez donde ingresó al gimnasio de Lucha Olímpica del maestro Cinta de Oro, quien le preparó durante un año, al final el experto terminó reconociéndole como ”el mejor alumno” y lo recomendó en las arenas donde enfrentó a los mejores de la ciudad fronteriza.
Durante su trayectoria fue programado en grandes encuentros donde se presentaron luchadores de la talla de: Blue Demon, Ángel Blanco, el de Nochistlán, Zacatecas, Perro Aguayo; Tinieblas, Neutrón, Coloso Coloseti, César Valentino, El Marqués, El Vikingo, Serpiente Blanca, Alex Reyna, Bello Armando, el también deliciense Puma Balderrama, Enrique Vera, Tony Reyna, Dorado Hernández, Chabelo Holguín, y muchos más.
En ciudad Delicias conquistó en un par de ocasiones la cabellera de El Apache, en grandes agarrones que mantenían al filo de la butaca a los asistentes.
También dejó sin cabellera a El Chocolate, único luchador deliciense que ha actuado en Japón. Sus rivalidades eran al rojo vivo, no aptas para cardíacos.
Ganó un par de máscaras en las ciudades de Camargo y Jiménez a luchadores locales, entre otros logros. Luchó en gran parte del norte de México, dejando siempre constancia de su calidad y profesionalismo.
Hay muchas anécdotas a lo largo de su carrera profesional, una de ellas fue cuando faltó una luchadora en La Perla, Chihuahua y entró al relevo vestido de ”Changuita”, siendo una de las mejores luchas de la noche, lo que motivó que se repitiera la acción en varias ocasiones llevando de rivales a las Hermanas Urbina, las mejores luchadoras de Chihuahua en los años ochenta.
Fueron quince años de intensa actividad luchística, hasta que llegó el momento de colgar las zapatillas y dedicarse al periodismo, dado a que era su carrera profesional.
Hoy promueve la lucha libre en Delicias y la región.
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